Luego de un devastador terremoto ocurrido hace diez años, Elantris es una tumba para los maldecidos con su desgracia, para aquellos muertos en vida que padecen inesperadamente la terrible transformación que los convierte en seres repugnantes y desdichados, así como a Raoden, príncipe de Arelon, quien deberá hacerse pasar por muerto y ocultarse en la ciudad de Elantris, donde deberá descubrir la razón de la desaparición de la magia y de la conciencia de la divinidad de esta ciudad.
No será fácil recuperar una existencia antaño perfecta y próspera, más aun cuando la nobleza de Arelon desea destronar a un rey déspota y descuidado con su reino, cuando hay una religión que se quiere imponer a costa de la fuerza y la violencia y además, cuando a cualquier persona le puede llegar la terrible tragedia de convertirse en elantrino.
La esperanza de reconstruir la sociedad puede estar en las manos de la princesa Sarene de Teod, prometida en matrimonio con Raoden, una mujer maestra de la política, líder incuestionable pero innegablemente testaruda, alguien que no se dejará definir por los papeles que le impone la civilización. También quizá Raoden pueda hacer lo mismo desde Elantris, despertando muy en el fondo las mentes abandonadas de los hombres que alguna vez fueron humanos, recordando la civilización y la habilidad de hacer las cosas por sí mismos, enfrentando nuevamente su humanidad.
Una novela de fantasía épica muy bien construida con destacables temas políticos, religiosos y muy interesantes personalidades que te sacarán una sonrisa en más de una ocasión. Muy recomendado.