“Fuego y Sangre” es una gran crónica que narra de manera detallada y completa la dinastía que rigió Poniente trescientos años antes de los sucesos de “Canción de hielo y fuego”, entre los reinados de Aegon I, “el Conquistador” hasta Aegon III, “el Veneno de Dragón”.

Este es un libro histórico lleno de situaciones complejas y delicadas de un gobierno hecho a la fuerza, a base de fuego, acero y espanto. Donde la justicia real asentada en Desembarco del Rey, permitió fomentar la subyugación pero también la lealtad para un gran reino.

No fue tarea fácil erigir este continente, pues entre los Targaryen gobernantes que hubo, algunos sabios, otros necios, unos gentiles, crueles, bondadosos y taimados, llegaron a hacer historia legando progreso, leyes e instituciones tanto en la guerra como en la paz. No fueron ajenos a las indecisiones resultado de la inexperiencia de gobernantes demasiado jóvenes, a la pobreza, a la división, la desconfianza, la pena y el horror, pero la meta de cada Targaryen siempre fue regir el reino que se merecían, quizá por ser considerados dioses o tal vez por ser los únicos con el poder de cabalgar y criar dragones.

Las crónicas narradas en este libro se detienen ampliamente en las hazañas de reyes y reinas, de grandes señores, caballeros nobles, santos septones y sabios maestres; a la vez que de tanto en tanto surgieron hombres y mujeres corrientes, de muy baja cuna, sin riqueza, ingenio, sabiduría o destreza con las armas, pero que fueron capaces de imponerse y cambiar el destino de los reinados mediante un sencillo acto o una palabra susurrada.

Individuos y reyes pudieron tramar, planear, conspirar, clamar venganza y convocar ejércitos, pero nada resistiría al ataque de un dragón, a sus fauces llenas de fuego; mientras los caprichos de sus jinetes consintieron el surgimiento de una Danza de dragones encarnizada y sangrienta con la posterior decadencia de estas grandiosas bestias.

He aquí el primer libro de dos que cada fan no debe excluir, porque el Juego de Tronos da muchas vueltas, y “Fuego y sangre” siempre será el lema que identifica plenamente a los Targaryen por la lucha del Trono de Hierro y el gobierno de los Siete reinos de Poniente.